
No hay escritor renombrado que no haya publicado su diario contando su pequeña relación con New York, sea de años, días o recuerdos. ¿ Por qué no hacerlo nosotras?Para bien o para mal esta ciudad es única. Solo llevamos aquí una semana pero ya podría decir algo de New York: es duro . El tiempo es extremo, en verano el calor se te pega a la piel junto a una capa de alquitrán que se evapora del asfalto y en invierno el frío consigue entrar por las costuras del abrigo. No conozco Tokio o Shangai pero NY tiene una de las arquitecturas con más contrastes que existen. Puedes caerte de culo intentando mirar hacia el último piso de un edificio infinito, en el que paradójicamente nunca se apagan las luces y te preguntas, ¿hay siempre gente trabajando? o es que el ayuntamiento tiene un acuerdo con ellos para ahorrar en la iluminación de farolas. Sea por lo que sea, esas infinitas ventanas iluminadas son el palpitar de NY, el corazón de la manzana. Pero ojo, cuidado al girar en una avenida uptown o dowtown porque puedes creer el peaton desprevenido estar en Harlem o Bronx y, en cambio, encontrarse verbigracia solo ser la 3rd con Lexington. Puro centro. De repente toda esa luz hollywodense desaparece y los edificios se vuelven grises.
Eso es la city. Blancos, negros, amarillos y multicolores. Todo cabe. Nosotras estamos preparadas para comernos la manzana, ¿tú?
No hay comentarios:
Publicar un comentario